El juez federal de Mendoza Otilio Roque Romano, acusado por su complicidad con la dictadura, pidió asilo político en Chile. De este modo se confirman las sospechas sobre su salida del país el 24 de agosto, un día antes de ser suspendido por el Consejo de la Magistratura.
Además de esa suspensión, Romano está procesado por 103 casos de violaciones de derechos humanos por el juez federal Walter Bento.
Mariú Carrera de la organización de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Mendoza, tiene desaparecidos a su primer esposo Rubén Bravo, a su hermano Marcelo y a su cuñada Adriana Bonoldi, que estaba embarazada. Para ella aunque Romano “quiere decir que lo están persiguiendo en realidad él está demostrando su culpabilidad, su responsabilidad gravísima en los hechos de los que está acusado”.
Hasta su suspensión por parte del Consejo de la Magistratura, Romano presidía la Cámara Federal de Mendoza. Es uno de los firmantes del fallo que mantuvo frenada la aplicación de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Conocido que pidió asilo en Chile, se espera que en las próximas horas el juez Bento ordene su captura internacional para que se inicie luego el proceso para traerlo al país. Con respecto a lo que pueda resolver el gobierno chileno, Carrera expresó que “suponemos que tendrán en cuenta la determinación de la ONU, de las Naciones Unidas, en cuanto a que los países no deben dar asilo político a aquellos que están acusados de delitos de lesa humanidad”.
La militante por los derechos humanos analizó que “hace un año Romano era dueño y señor y podía cenar tranquilamente en las calles céntricas de Mendoza. Hoy opta por irse para no enfrentar su culpabilidad. Esto implica también su terrible situación de flaqueza”.
Carrera destacó el avance de los juicios a represores de la dictadura que se realizan en Mendoza y expresó que “todo eso es esperanzador y nuestra esperanza parte exclusivamente de la lucha, del trabajo, de la resistencia y de la paciencia”.
Fuente: FARCO
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