El segundo informe anual presentado por la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (Ufase) da cuenta de hasta mediados del pasado mes de abril continuaban como desparecidas 40 misioneras, la mayoría de entre 12 y 15 años de edad.
En total, hasta mediados del pasado mes de abril, se registraron 85 casos de desapariciones de menores de edad, de los cuales permanecían como extraviadas 40 chicas y 11 chicos. La franja etaria más afectada continúa siendo la de 12 a 15 años.
"No se tiene aún la certeza de que puedan estar directamente relacionados con casos de Trata de Personas, las entrevistas con padres o allegados no denotan específicamente la problemática, pero sí entrecruzamos datos con las fuerzas de seguridad con aquellas denuncias que nos parecen más sospechosas", dijo la directora del área Trata del ministerio de Derechos Humanos de la provincia, Daniela Acosta.
Pero las sospechas son siempre más fuertes en los últimos años, cuando especialmente coinciden las edades de las chicas que "desaparecen" con las denuncias que se formalizan a nivel nacional por distintas organizaciones que intentan combatir el delito de esclavitud sexual.
El informe está organizado en función de cuatro ejes (los mismos con los cuales se maneja Derechos Humanos de la provincia), que a criterio de la Ufase, constituyen los aspectos fundamentales que corresponde abordar para combatir la Trata desde ese lugar institucional. En primer lugar la detección e investigación, luego la capacitación y difusión; la asistencia a víctimas y la producción de información agregada para la toma de decisiones de política criminal y de propuestas normativas.
La trata de personas, conocida hoy en día como la “esclavitud del siglo XXI”, es un delito que atenta contra los derechos humanos pues vulnera la esencia misma de la persona: vida, libertad, integridad y dignidad.
Los medios para llevar a cabo estas acciones son la amenaza o el uso de la fuerza u otras formas de coacción, el rapto, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad.
Además se considera trata de personas la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esta explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas, la servidumbre o la extracción de órganos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario