Una experiencia en un colegio público de Villa Mitre muestra las nuevas realidades que allí se viven. Estudiantes de 5° grado investigaron durante todo el año para hacer un programa sobre pueblos originarios y en el camino reafirmaron las lenguas ancestrales de sus padres y abuelos. "¿Cómo podemos hacer para que todas estas cosas importantes que saben los pueblos, nuestras mamás, no se pierdan y no se olviden? Lo más importante es que se sigan hablando y recuperando las lenguas y los idiomas originarios", expresó al aire Brayan, uno de los protagonistas del programa "Lo que no dicen lo digo yo" realizado por chicos del turno mañana de la Escuela 7 Distrito Escolar 12 Jorge Newbery.
"Las escuelas públicas porteñas hoy son las más interculturales", dice la maestra Valeria Gervasini. Al comenzar el año lectivo, esta docente de Flores notó que casi todos sus alumnos eran de familias migrantes de Bolivia, Perú y Paraguay, quienes tienen sus cosmovisiones e idiomas: quechua, aymara y guaraní. Fue así como decidió entonces ponerle mucho énfasis en el aula al tema de pueblos originarios y a las propias historias de los pibes. Coincidió que su curso tenía que preparar un programa de radio para el mes de octubre en FM Flores, en el marco del programa gubernamental "Medios en la escuela". El contenido estaba cantado: la Conquista de América y la actualidad de los indígenas.
Valeria invitó a la escuela a Pedro Moreira, abuelo kolla de la Biblioteca Inti Huasi de San Miguel y del Movimiento en Defensa de la Pacha. Esta organización defiende el sitio público y sagrado Punta Querandí, en Tigre, un territorio con restos arqueológicos milenarios que pretende ser adueñado por los barrios privados. En marzo, Valeria conoció a Pedro en la Jornada Educativa que se realizó en este predio en conflicto, ubicado 50 kilómetros al norte de la Capital Federal.
"Lo que no dicen lo digo yo", fue el nombre del programa radial realizado por los chicos y la maestra, con la ayuda técnica de Félix Loiácono, que contó con testimonios de Pedro Moreira y un flash informativo con distintas noticias que ellos mismos eligieron. El programa salió el 5 de octubre en FM Flores y el 27 de octubre en FM La Bemba, que funciona en el ex Centro Clandestino de Detención Olimpo.
"El 12 de octubre de 1492 llegó Colón a América, y los españoles comenzaron a invadir las tierras que eran de los pueblos originarios y para eso los mataban o los obligaban a trabajar para ellos", dice Joy, una niña que habla perfecto guaraní. "Pero aunque asesinaron a millones de personas, aun quedan muchísimos pueblos que viven según sus costumbres y el pensamiento indígena", agrega Mariana. Por su parte, Brayan, de familia quechua, cuenta: "Una de las formas en que los españoles hicieron que se perdiera nuestra cultura y nuestra forma de organizarnos fue a través de la pérdida de las lenguas originarias, no nos dejaban hablar nuestros idiomas y obligaron a usar el español".
El flash informativo hizo un repaso de la actualidad indígena: Neuquén declaró feriado el año nuevo mapuche; Los wichí denunciaron desmontes en Salta; Tobas fueron secuestrados para trabajar como esclavos en Florencia Varela; Se celebró el año nuevo guaraní en la Biblioteca Inti Huasi; Impidieron a un matrimonio quechua poner un nombre indígena a su beba, entre otras novedades.
En los testimonios de la entrevista a Pedro, se lo escucha hablar de la gran cantidad de descendientes y miembros de pueblos indígenas que hay en el país y en Buenos Aires en particular. También responde a la pregunta mas esperada por los alumnos: qué pasara en el 2012. "El mundo no va a terminar, va a haber un cambio terrible de conciencia", vaticina, y habla del respeto a la Pachamama y de la importancia de mantener las identidades y lenguas indígenas, aún en la gran ciudad.
"¿Les parece entonces si nos despedimos en otros idiomas?", propone Carla, que habla aymara, y el programa termina con agradecimientos y saludos en ese lenguaje originario, en quechua y en guaraní.
El trabajo en la aula incentivó a que los alumnos quieran mantener o recuperar las lenguas heredadas de sus padres y abuelos. Así lo manifestaron en diálogo con Indymedia.
"Este año desde que empezó la radio estoy aprendiendo a hablar en quechua. Todos en mi familia hablan quechua, mi abuelo y mi abuela y de ahí fueron aprendiendo mis tíos, mis tías, mis papás", cuenta Brayan, que nació en el pueblo de Apolo, cerca de La Paz, y hace 5 años que se mudó a Buenos Aires. "Aún me lo recuerdo, es chiquito, no gigante como la ciudad, casi todos nos podíamos encontrar. Mi familia trabaja aquí y le envían dinero a mis abuelos para sus cosechas", relata. A fines de este mes, Brayan visitará su pueblo natal: "Ahí voy a aprender a hablar un poco en quechua".
Carla tiene 11 años y aprendió aymara desde muy chiquita con su abuela, que solo se comunica en ese idioma originario. "En mi familia hablan también mi mamá y mi padrastro, además de las demás hijas de mi abuela", expresa. Nunca sintió vergüenza de hablar en esa lengua ("me gusta conservar el idioma") pero el programa de radio fue la primera vez que lo hizo en público. ¿Cómo se sintió conversar en aymara al aire? "Me sentí un poco nerviosa al principio pero después me sentía alegre, porque así voy recuperando todo lo que se me está perdiendo. Sentí que me estaba recuperando", confia.
Similar a Brayan es la experiencia de Marvin. Sus antepasados son de Lima, Perú. "Nunca hablé en quechua, pero mis papás me están enseñando desde que les conté del programa de radio, se pusieron contentos, mi papá habla mejor, a mi mamá le enseñaron de chiquita y algunas palabras ya se olvidó", cuenta.
Joy y su familia migraron desde una zona rural de Paraguay, allá se comunicaba mucho en guaraní. Le da un poco de vergüenza hablar en ese idioma cuando están más personas: "Los demás hablan castellano y no me entienden nada, salvo Lorena que también es paraguaya y entiende", responde tímidamente.
Por su parte, Luis cuenta: "Mi bisabuela habla quechua, yo le entiendo un poco. Me gustaría seguir aprendiendo en la escuela quechua y muchos idiomas más, aymara, guaraní. Algunos quieren aprender pero no se puede".
La realidad de los alumnos que pertenecen a las colectividades boliviana, peruana y paraguaya abre nuevos desafíos en el ámbito educativo y se suma a los reclamos por una sociedad plurinacional que realizan las organizaciones indígenas.
La docente Valeria Gervasini asegura: "La escuela de la ciudad hoy tiene una riqueza enorme, creo que es errado pensar que las diferentes lenguas maternas o el origen cultural de los chicos y chicas puede traer ’problemas de aprendizaje’". Por el contrario, "en la historia de vida de ellos y su familias, en sus conocimientos sobre el mundo, en su idioma, está aun viva la historia de la América que no pudieron matar y que queremos recuperar para construir ese mundo, esa sociedad mejor y más justa", agrega. "Ese es nuestro desafío, dejar que todo eso llene nuestras escuelas y las inunde para que sean verdaderos lugares de encuentro y transformación", concluye.
Fuente: ANRed
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