miércoles, 26 de octubre de 2011

Santa Fe: Un trabajador murió intoxicado por trabajar con agrotóxicos


Un trabajador rural de la localidad de Vera, en el norte de Santa Fe, murió la semana pasada por una intoxicación producto de manipular agrotóxicos. Néstor Vargas, de 27 años falleció tras una semana de sentir dolores intensos después de manipular este veneno para las plantaciones agrícolas en el trabajo que hacía cotidianamente. Además de la conmoción por la muerte, los familiares hicieron públicas sus denuncias por negligencia contra los dueños del campo que le negaron el traslado para la atención médica y contra el hospital de Vera donde en dos oportunidades lo diagnosticaron equivocadamente.

La esposa del joven fallecido relató que Néstor “tuvo que bajar unos venenos. Trabajó todo el día como corresponde y a la tarde cuando él termina vino muy cansado, muy dolorido del cuerpo y se acostó. Y le digo ‘vamos a tomar unos mates’ y se levantó, se tomó dos o tres mates y empezó que le dolía mucho la cabeza, que sentía fiebre. Estaba muy dolorido. Se acostó y volaba de fiebre”. Consultado acerca de la atención médica que recibió la mujer aseguró que “no queda internado, lo medicó para la tos y él le había dicho que no era todo lo que él tenía. Que él se había intoxicado con veneno”.

Por su parte el hermano del joven. Juan Vargas, apunto a la necesidad de tomar medidas para prevenir estas intoxicaciones principalmente en los trabajadores rurales que se encuentran más expuestos a los agrotóxicos: “Buscamos los medios para poder hacer ver estas cosas y que esto pueda llegar a un buen fin, tanto la parte laboral o los empleadores puedan tomar precaución estos agroquímicos, que es un tema que se viene tratando hace mucho tiempo, no es ahora. Y que se tomen medidas. Medidas no solamente ahora en el caso de mi hermano, sino en todos los casos, en toda la gente rural que trabaja sin protección y a veces en una forma inhumana”, afirmó.

La intoxicación se detecta cuando la familia acude a un médico privado y eso determina el traslado a la ciudad de Santa Fe. Para entonces ya tenía un cuadro de intoxicación agravado y no tenía expectativas de vida. Néstor falleció el miércoles 19 de octubre a la madrugada. Se abrieron dos causas en norte de esta muerte, una para investigar la responsabilidad de los dueños del campo y otra sobre la responsabilidad del hospital de Vera.

Ante esta nueva muerte la Campaña Paren de Fumigarnos de la provincia de Santa Fe, responsabiliza, en primer lugar, a los dirigentes nacionales y provinciales encargados de generar las medidas de protección acordes a la magnitud de la catástrofe, enfática y reiteradamente reclamadas, y a los organismos oficiales encargados de hacer cumplir las escasas normas vigentes.

La laxitud y falta de respuesta ante los pedidos de recategorización de agrotóxicos, limitaciones en el uso de los mismos y la reforma a la ley de fitosanitarios generan situaciones como las mencionadas, obviándose, inclusive, los dictámenes judiciales que ya se produjeron e implementaron en las provincias de Santa Fe y Chaco.

Pero, además, les cabe la responsabilidad en forma directa a los agentes de salud encargados del correspondiente diagnóstico y tratamiento, que observan continuamente cómo se incrementan los casos y no actúan al efecto. En ese sentido, la aplicación de los registros y la elaboración de datos epidemiológicos reclamados por más de 70 poblaciones y organizaciones de la provincia serviría para poner en alerta rojo a nuestros efectores y poder contar con la capacitación y conocimiento necesario para evitar estas tragedias.

El tiempo, la historia y los jueces darán su veredicto, tarde o temprano, sobre este experimento que se está realizando a cielo abierto sobre nuestras poblaciones: experimento que las corporaciones y sus agentes vernáculos exhiben con gran cobertura mediática como el ascensor a la modernidad y una mejor calidad de vida que el macabro conteo de víctimas, como la de Vargas, se empeña en desmentir.

El creciente deterioro de las condiciones sanitarias de nuestra población, producto de sobreponer la renta por sobre los derechos a la salud, con consecuencias irreversibles en muchos casos, como el del trabajador rural de Vera que deja una viuda y cinco huérfanos, es un hecho que no debe caer en el olvido de la impunidad y el silencio oficial.



Fuente: Agncia de noticias

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