Integrantes de pueblos indígenas del área metropolitana intervinieron el martes por la noche en una disertación que realizaba sobre "arqueología sudamericana" en el VI Coloquio Binacional Argentino-Peruano, en Capital Federal. El arqueólogo, investigador del CONICET y miembro del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, es criticado por haber sido funcional con su trabajo al interés de la empresa EIDICO (ligada al Opus Dei) por adueñarse del sitio sagrado de Punta Querandí, en Tigre. Loponte se mantuvo en silencio y fue defendido por una de las organizadoras del evento y también por una mujer mapuche de Rosario que luego reconoció no estar informada sobre el conflicto.
El punto de encuentro fue en Plaza de Mayo, desde allí unas 15 personas integrantes del Movimiento en Defensa de la Pacha, la Organización de Comunidades de Pueblos Originarios (ORCOPO) y del Movimiento Afrocultural, fueron hasta la sede del Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, en Venezuela 469. En la entrada hubo un tímido intento por demorar el acceso de los manifestantes al salón, pero fue rápidamente sorteado. Los indígenas arribaron con whipalas y una bandera grande de Punta Querandí; no interrumpieron la presentación de Daniel Loponte, repartieron volantes a las 30 personas que estaban presentes y sólo hablaron cuando se abrió la ronda de preguntas.
La decisión de invitar al arqueólogo Daniel Loponte a este Coloquio causó sorpresa, ya que algunos de sus impulsores han abierto la Cátedra Libre de Pueblos Originarios del Profesorado de Joaquín V. González, y de hecho en el Coloquio de hace 2 años invitaron a integrantes del Movimiento en Defensa de la Pacha a contar del conflicto de Punta Querandi. Sin embargo, la finalidad de los manifestantes no fue atacar a los organizadores del Coloquio sino poner en evidencia el malestar existente por el accionar del arqueólogo Loponte.
El objetivo: dejar en claro que este profesional tiene un problema con los pueblos indígenas de la región. No por nada, en septiembre el Consejo Indígena de la Provincia de Buenos Aires (CIBA), formado por 14 delegados de comunidades originarias, un espacio reconocido por el Gobierno bonaerense, también salió al cruce de Loponte, a quien acusaron de haber plagiado un proyecto y convertirlo en un principio de acuerdo con la empresa EIDICO. Por su parte, el Consejo Provincial de Asuntos Indígenas, de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense, también reconoció la importancia cultural y arqueólogica de Punta Querandí, contradiciendo el informe privado de Loponte.
"Trabaja para las empresas y al mismo tiempo para el Estado, que se decida", planteó Valentín del pueblo quechua y del Movimiento en Defensa de la Pacha, que defiende con un campamento el sitio público y sagrado de Punta Querandí desde febrero de 2010. Previamente el primero en hablar había sido Darío, del pueblo guaraní, quien le pidió a Loponte su opinión sobre el conflicto. El cuestionado arqueólogo sólo atinó decir que ese no era el lugar para discutirlo, y luego se mantuvo en silencio durante la próxima hora.
Los organizadores del evento académico defendieron a Loponte y pidieron discutir sobre el conflicto en otro ámbito. Ana María Rocchietti, del Centro de Investigaciones Precolombinas, dijo que apoyan la causa de los pueblos originarios. Sin embargo también expresó: "Excavo y excavaré sitios arqueológicos por la sencilla razón de que no voy a caer en el oscurantismo medieval de no profundizar en el conocimiento porque hay sensibilidades", aunque aclaró que realiza trabajos en la Capital Federal por lo que según ella "excava restos de los blancos".
Sobre Loponte expresó: "Está acá porque es un invitado nuestro y porque es un arqueólogo que respetamos". "Los desafío a venir a hablar con nosotros en el marco de la Cátedra de los Pueblos Originarios, ustedes también tienen que escuchar nuestras razones. No es justo que vengan por sorpresa, el mejor punto de partida es la amistad. Nosotros no sabíamos que ustedes iban a venir…sino los hubiésemos invitado y puesto acá con el micrófono", dijo la arqueóloga Ana María Rocchietti.
Pero la primera en salir a defender al arqueólogo Loponte no fue un colega, sino una mujer mapuche de Rosario llamada Amanda Colihueque. Fue hasta la mesa de oradores, pidió el micrófono y expresó: "Es muy fácil atacar a Daniel Loponte para después salir en Youtube, yo creo que esa no es la manera de defender los derechos originarios". No fue su única intervención: se cruzó con casi todos los manifestantes que fueron a escrachar a Loponte. "Yo respeto el espacio que él me ha brindado y que me brindan muchos arqueólogos", dijo más tarde.
El primero en responder a la mujer fue Miguel, un aymara que le dijo: "Los arqueólogos faltaron el respeto a nuestros abuelos, si vos sos mapuche lo sabés, ellos se arrogan siempre la autoridad de usar nuestros difuntos". Luego la quechua-aymara Olga, del Movimiento Afrocultural, fue hasta adelante y le pidió a la mapuche que deje el micrófono con el que pretendía imponerse: "venga acá al frente, no se ponga detrás del micrófono". Finalmente no lo hizo: todas sus intervenciones fueron con el micrófono e increpó varias veces a los manifestantes.
Olga también explicó: "Pedimos que se respete todo lo que dejaron nuestros abuelos. Noviembre es el mes de los espíritus. Los hermanos que están enterrados eran sabios, están enterrados con una ceremonia, el cuerpo descansa pero el espíritu vive. Las casas que están arriba nunca van a poder vivir en paz".
Ya eran más de las 20.30 y la intención era que los manifestantes se retiren del salón para poder terminar con la jornada, pero la protesta se prolongó hasta que los organizadores tuvieron que entregar el lugar. Antes, el rector del Profesorado tomó el micrófono y formalizó la invitación para un encuentro dentro de la Cátedra Libre de Pueblos Originarios.
Ante la insistencia en dejar la discusión para otro ámbito, el militante kolla Enrique Mamani (ORCOPO), respondió: "Todos los sitios tienen que ser un espacio para discutir. Resulta que nosotros no podemos hablar ni discutir en ningún lugar sobre nuestra problemática: la educación, el Estado, la antropología, la arqueología… desconocen nuestra realidad".
Valentín agregó: "En el conurbano bonaerense se avasalla el territorio para los emprendimientos inmobiliarios y hay arqueólogos que son cómplices de ese accionar, en el caso de Punta Querandí diciendo que tal vez ya no tiene objeto de estudio para su ciencia". Por su parte, Sandra del pueblo quechua-aymara expresó: "Esto va a seguir sucediendo mientras no haya un plano de respeto, se siguen invadiendo los territorios y hay algunos colegas que trabajan en función de intereses políticos y económicos de privados que son los opresores".
Miguel aclaró nuevamente: "Le pido disculpas a la gente que haya venido acá, pero nosotros estamos en desacuerdo con él (Loponte), porque faltó el respeto a nuestros abuelos. No estamos contra los historiadores, ni los universitarios, sabemos que nos acompañan, que están en la lucha…. Pero a este señor no lo podemos ver, él nos faltó el respeto".
Amanda Colihueque se destacó no sólo por su defensa a Loponte sino también por cruzarse con dos hermanos wichí de El Sauzalito, del Impenetrable Chaqueño, que participaron del escrache. Luego de contar el accionar de un arqueólogo cordobés que se benefició a costa de la comunidad, Simón dijo unas palabras en wichí. Amanda intentó descalificarlo: "Porqué hablás en qom y no en wichí?". "¡Yo soy wichí! ¡Ese es mi idioma! No tiene ni idea de lo que es qom", respondió indignado Ariel, otro wichí. La mujer mapuche insistió una y otra vez: según ella, los wichí hablaban en qom.
Por el contrario, el aymara Daniel Apaza, cercano a los organizadores del Coloquio y uno de los que trabajó en la Cátedra de Pueblos Originarios del Joaquín V. González, dio su apoyo al escrache. Luego de que concluyera abruptamente la jornada, le explicó a un arqueólogo indígena peruano de la universidad co-organizadora del Coloquio: "Lo que están haciendo ellos tiene mucha razón, porque lo que hemos construido con la arqueología esta clase de tipos lo están echando para atrás. No solo rompe, sino también enfrenta a los mismos pueblos originarios. Amanda es buena hermana, pero no sabe todo el tema y Loponte la usa. Antes ya usó a otra hermana toba para enfrentar a los hermanos. Es bueno conocer para anticipar los conflictos y para identificar a las personas que están haciendo daño".
En abril pasado, el arqueólogo Loponte fue escrachado por primera vez en un Congreso Internacional de Arqueología. Ese día también expresó que ese no era el lugar para discutir. Luego envió cartas documento a integrantes del Movimiento en Defensa de la Pacha, amenazándolos con un juicio por calumnias e injurias. ¿Volverá a recurrir a la intimidación?
Fuente: Indymedia Argentina
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