En la tarde del 29 de septiembre se produjo una violenta represión a los condenados detenidos en el penal Nº 1 de Corrientes con el accionar conjunto de los grupos de choque "de negro" del servicio penitenciario, más fuerzas antimotines y el PAR (Policía de Alto Riesgo), de la provincia.
Durante la jornada se habían producido algunas reyertas menores entre internos, pero la violencia se desató fuertemente después de las 19:30. Un incidente entre un detenido y los penitenciarios fue reprimido violentamente a golpes y palazos en pleno patio del penal ante la mirada de sus compañeros. Ese hecho, considerado desmedido, originó que sus compañeros de pabellón, se solidarizaran con el preso y así la golpiza y la represión fueron increscendo. Luego, convocaron a las fuerzas especiales, a la infantería, el cuerpo de bomberos y el PAR, quienes irrumpieron con extrema violencia, con escopetas y balas de goma.
Además de cinco internos con heridas contusas, y dos penitenciarios lesionados, son numerosos los heridos de bala de goma, que ostentan las marcas de los perdigones en diversas partes de sus cuerpos. Las estampidas y el estruendo sacudieron la manzana y según algunos "parecían los cohetes de las doce, la noche de navidad". De inmediato los medios locales informaron de un "motín" "casi toma de rehenes", "intentos del fuga" . ..La Red de Derechos Humanos, se convocó en el lugar a partir de las 20 horas, y solicitó la presencia de autoridades judiciales, además de las autoridades penitenciarias y de gobierno que habían ingresado al Penal.
Una vez que se retiraron las fuerzas de choque y los internos lesionados fueron restituidos a sus pabellones, mermó el escenario de tensión que se había generado, desapareciendo el fantasma del motín. Para la Red y conforme a información a la que pudo acceder de la propia población penal, se construyó un hecho de mucha mayor violencia de la real, a partir de un incidente y una reacción represiva de proporciones desmesuradas. El problema fundamental de la cárcel son las malas condiciones de alojamiento y detención, el hacinamiento, la violencia en el trato.
Muchos problemas de adicciones, a la vista de todos quienes de alguna manera intervienen en las cárceles, los que no quieren ver, no hacen nada o dejan hacer.... Todos lo saben pero "de eso" no se habla. Las cárceles no son más que depósitos de gente, que cual basura debajo de la alfombra, se acumula.
Mientras se evalúa la magnitud del estado de los heridos, sobre todo los de balas de goma, exigimos una investigación exhaustiva sobre estos hechos y hacemos responsables de la integridad física de la población penal a los funcionarios penitenciarios y de gobierno.
Fuente: Agencia Rodolfo Walsh
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