Según indica la denuncia, en la tarde de ayer personal de la Comisaría 6° de La Plata informó a la Fiscalía penal Juvenil y la Defensoría Penal Juvenil en turno sobre la aprehensión de un joven de 17 años de edad, con motivo del presunto delito de resistencia a la autoridad. Se dispuso entonces su inmediata libertad. Al día siguiente, el joven, visiblemente golpeado, se presentó ante la justicia y señaló que cuando se encontraba en la casa de un amigo, arreglando su moto, un patrullero se detiene en lugar "y me sacan a golpes sin motivo alguno, me dan una paliza en el piso. Llegan cuatro patrulleros más y entre más o menos ocho policías me patean y golpean en el suelo, mientras los vecinos observaban. De allí me llevaron esposado a la Comisaría sin razón alguna, me llevaban hacia la zona de Punta Lara, yo pensaba que me llevaban al Río para matarme. Me decían "ahora te doy un tiro en los sesos y te arrojamos al río".
El relato del joven incluye la denuncia de torturas, puntualmente las prácticas conocidas como submarino seco y húmedo. "Me doy cuenta que me llevan a la Comisaría 6°, en eso escucho que por radio el acompañante que me dijo que me iban a tirar al río, que dice "consigan una bolsa". Entro a la Comisaría por la entrada principal, me ingresan al calabozo del fondo, y dentro de ese lugar entre más o menos quince o veinte oficiales me comienzan a golpear en todo el cuerpo. En el piso uno de los oficiales me saca el cinturón de vestir y me comienza a dar cintazos con la hebilla sobre mi espalda desnuda en forma de látigo. Tengo en la espalda marcada la forma de la hebilla. En eso momento me sangraba del oído y de la boca. Pocos minutos después me hacen sentar en una silla afuera del calabozo con las manos atrás esposadas, me colocan una bolsa en la cabeza y me comienzan a asfixiar, mientras me golpeaban en el cuerpo con las culatas de armas y bastones de infantería. Así estuvimos más o menos una hora, me sacaban y me ponían la bolsa en la cabeza para asfixiarme y me pedían que firme los papeles por Resistencia a la autoridad. Al final, como yo no quería firmar, pusieron un tanque azul lleno de agua podrida en el piso, y me metieron la cabeza adentro y me sacaban y ponían igual que con la bolsa, y me pedían que firme. Me tuvieron más o menos así como treinta minutos, mientras me golpeaban y ahogaban".
El joven también contó que luego de las torturas fue amenazado por personal policial: "me dijeron que si denunciaba lo que pasó se la iban a agarrar con mi familia y que yo era hombre muerto".
El joven fue liberado alrededor de las 23 horas, luego de ser examinado en el Hospital Gutierrez: "después nuevamente me llevaron al calabozo de la Comisaría , lugar en el que ya habían limpiado mi sangre que había manchado el piso y las paredes. Yo al día de hoy he perdido la audición en el oído izquierdo izquierda, tengo moretones en todo el rostro y una profunda angustia y mucho miedo de lo que pueda pasar. Estoy en condiciones de reconocer a los policías que me hicieron esto" afirmó el joven de 17 años quién además señaló que el mismo día personal de la comisaría sexta detuvo y golpeó brutalmente a otro joven de 17 años.
El relato y las lesiones denunciadas coinciden con el informe médico de la perito Dra. Laura Rico, de la Asesoría del Cuerpo Técnico Auxiliar. La denuncia fue acompañada también por las fotografías tomadas en la asesoría pericial, que dan cuenta de la gravedad de los golpes y lesiones recibidas.
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