Los vecinos de un caserón ubicado en Chacabuco al 630 fueron condenados a seis meses de prisión por usurpación. Una sentencia vergonzosa cuyos fundamentos se dieron a conocer el pasado 12 de octubre.
La sistemática criminalización de la pobreza y el recorte del presupuesto para la vivienda en la Capital Federal. Voces que se alzan en fuego y encienden la mecha del mañana: los nuevos actores políticos, hijos del escupitajo marginal.
"A mi me importa tres huevos la condena, a nosotros que nos den una solución. ¿Qué va a pasar con los chicos? ¿Eh?, decime. La vamos a pelear hasta las últimas. Con qué justificación nos van a mandar en cana. No cometimos ningún delito. Que se apiaden, viejo. Que se pongan en el lugar nuestro", dice Mariela Aguirre. Dice y grita. Desde el tono y desde el discurso, al mismo tiempo. Ella es una de los nueve inquilinos condenados a seis meses de prisión por usurpación en una causa que lleva la jueza María Luisa Escrich, cabeza del Juzgado número 20 y títere del Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
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